Como si de un menú de estrella Michelin se tratara; muchos platos, escuetos, pero deliciosos, ‘The Bear’ desarrolla prodigiosamente un fantástico retrato coral del mundo culinario, en dos frenéticas temporadas (18 episodios de 30 minutos).
Rompiendo con los arquetipos y clichés que pueblan las series actuales, ‘The Bear’ es una genial tragicomedia de personajes, que se eleva cualitativamente de entre el vigente panorama televisivo. La serie relata el día a día de un restaurante de bocadillos de carne, en los suburbios de la ciudad de Chicago, después de que su propietario, que se ha suicidado, deje el local a su hermano pequeño, un reputado chef que intentará reflotar un barco que hace aguas por todos lados.
El guionista y director Christopher Storer, construye un mundo alrededor de los fogones, rico en personajes y tramas. Partiendo de la premisa del sujeto que cae dentro de un hábitat totalmente ajeno al suyo, Storer expone a su protagonista a un continuo de acontecimientos que le permite transitar del drama a la comedia con total naturalidad, a la vez que, mediante un esmerado trabajo de cámara y montaje, transmitir la ansiedad y tensión que se sufre en la cocina. En ‘The Bear’ todo sucede rápido, diálogos brillantes e hilarantes que se entrecruzan, generando momentos divertidos a los que subyace un potente sustrato dramático. La velocidad de la propuesta no le impide a Storer, construir personajes complejos e interesantes, siendo capaz, incluso, de dar espacio y desarrollo dramático a todos los personajes secundarios.
‘The Bear’ es una serie perfecta para un maratón, que gana capítulo a capítulo, y que no deja de sorprender en su progreso. Una de las grandes series del año y posiblemente de los próximos.
